José Francisco de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, pueblo de las Misiones Jesuíticas que actualmente forma parte de la provincia de Corrientes.
Sus padres eran españoles, Juan de San Martín que se desempeñaba como gobernador del pueblo y Gregorria Matorras, sobrina de un conquistador del Chaco. Tuvo cuatro hermanos mayores, María Elena, Manuel Tadeo, Juan Fermín y Justo Rufino.
Jugando con sus hermanos y con los niños indígenas de aquel lugar a orilla de los ríos Uruguay y Guabirabí pasó los primeros cuatro años de vida. Tras lo cual su familia se trasladó a la que era por entonces capital del Virreinato del Río de la Plata, la ciudad de Buenos Aires.
Hacia 1784 la familia viajó a España lo que permitió que José y sus hermanos varones siguieran la carrera militar. Luego de estudiar en el Seminario de Nobles de Madrid, se incorpora al Regimiento de Murcia, de manera que su bautismo de fuego fue luchando al servicio de la Madre Patria, contra los moros en el norte de África. Contaba con trece años y debido a su valerosa conducta le fue otorgada una medalla. Participó también en las guerras contra los franceses, cuando Napoleón invadió la península ibérica.
En 1811 tras contactarse con otros militares americanos en Cádiz, renuncia al ejército español y se embarca desde Inglaterra hacia el nuevo continente.
El 9 de marzo de 1812, San Martín arriba a Buenos Aires con el noble propósito de servir a su país en la guerra por la independencia.
Paralelamente a estos cambios en su vida militar, se producen cambios igualmente importantes en su vida privada. Conoce a María de los Remedios Escalada y se casa con ella en setiembre de 1812. De esa unión nacerá su única hija, Mercedes.
1812 |
|
1813 |
|
1814 |
|
1816 |
|
1817 |
|
1818 |
|
1820 |
|
1821 |
|
1822 |
|
1824 |
|
1826 |
|
1829 |
|
Si bien los hechos históricos protagonizados por un héroe como el General José de San Martín hablan por sí solos de su calidad como persona y como patriota, no son menos importantes como testimonio, sus cartas, sus dichos y aún los comentarios de quienes tuvieron una experiencia de cercanía con el Libertador.
-"He mirado a todos los estados americanos en que las fuerzas de mi mundo penetraron, como estados hermanos interesados todos en un santo y mismo fin."
(José de San Martín)
-"Me considero sobradamente recompensado por haber merecido la apobación por el servicio que he hecho."
(José de San Martín, rechazando el ofrecimiento de Brigadier General del ejército de Chile, luego del triunfo de Chacabuco. )
-"La buena fe del que preside una nación es el principio vital de su prosperidad."
(José de San Martín)
-"Poner a los pueblos en el ejercicio de sus derechos es es el objeto de la expedición libertadora."
(José de San Martín)
-"... Tiene maneras distinguidas y cultas y la réplica tan vivaz como el pensamiento. Es valiente, desprendido en cuestiones de dinero, sobrio en el comer y en el beber; quizá esto último lo considere necesario para conservar su salud, especialmente la sobriedad en el beber. Es sencillo, enemigo de la ostentación en el vestir, decididamente retraído, no le tienta la pompa ni el fausto. Aunque un tanto receloso y suspicaz, creo que esta personalidad sobrepasa las circunstancias del tiempo en que le ha tocado actuar y las personalidades con quienes colabora... Confía mucho, según creo, en sus cualidades de estratego como militar y en su sagacidad y fineza en materia de partidos y política..."
(De un informe del agente norteamericano Worthington a su gobierno, escrito en Chile en vísperas de la batalla de Maipú en 1818.)
-"... Es sumamente cortés y sencillo, sin afectación en sus maneras, excesivamente cordial e insinuante y poseído evidentemente de gran bondad de carácter... "
(Comentario del marino inglés Basil Hall, que en 1821 conoció a San Martín en el Perú.)
-"...Me llamó la atención el metal de su voz, notablemente gruesa y varonil. Habla con toda la llaneza de un hombre común. Al ver el modo cómo se considera él mismo, se diría que este hombre no hizo nada de notable en el mundo, porque parece que es el primero en creerlo así."
(Comentario de Juan Bautista Alberdi, que visitó a San Martín en su residencia de París en 1843.)
Sin embargo la síntesis que manifiesta la integridad moral del General San Martín la constituyen las "MÁXIMAS" que escribiera para su hija Mercedes.
Finalmente San Martín fijó su residencia en Boulogne-sur-Mer, Francia, junto a la familia de su hija Mercedes. Su salud fue deteriorándose pero como era de esperar, el coloso de Los Andes soportó con valentía el sufrimiento. Falleció a las tres de la tarde del 17 de agosto de 1850. Así pasaba a formar parte de la historia argentina con el significativo título de "Santo de la Espada".