El Gobernador Agustín de Jáuregui reclamaba al rey sobre los Cabildantes de Santiago: "Sirven sus empleos sin asistir a las sesiones que deben celebrar los martes y viernes de cada semana, por lo que no tratan de muchas cosas de beneficio público; concurriendo sólo a la de elección de Oficios el día 10 del año, o por sus fines particulares; y retirándose después a sus haciendas o adonde quieren, sin licencias ni aun aviso; resultando de esta omisión que no haya número suficiente ni para el Paseo del día de Santiago, con el Real Estandarte".