N° 3. Jueves, 21 de enero, de 1813.

Jueves 21 de enero de 1813, páginas 2 y 3.

Hay que enseñar en el propio idioma

La cita que realiza Camilo Henríquez de Felipe II, refleja la trama del artículo: " El primer error es enseñar las ciencias en una lengua apartada del uso común y trato de las gentes. Por que en los tiempos antiguos no hubo nación tan bárbara que tal hiciese sino que enseñaron los caldeo en caldeo los hebreos en hebreo, y lo mismo hicieron las demás naciones, cada una en la lengua que le era natural".

 Quando un complexo inesperado de circunstancias  va causando una revolucion á los espiritus, y nos esforzamos por sacudir absurdas y barbaras costumbres, conviene hacer ver el influxo que tienen las lenguas vulgares en los progresos de las ciencias y de la ilustracion.   La historia de la literatura prueba que en todos los siglos florecieron las ciencias estudiandose en lengua vulgar.  Los griegos, aunque las recibieron de los caldeos, y egipcios, se las apropiaron y se hicieron famosos con sus progresos aprendiendolas en su idioma nativo: y los romanos que fueron dicipulos de los griegos, no cultivaron mas que aquellos conocimientos que se hizieron familiares en su propia lengua; tales fueron las bellas letras - Mientras el latin era el idioma general subsistio la bella literatura.  Corrompido el latin por la mescla de los dialectos septentrionales desde el siglo V, dexo de ser vulgar, sucediendole las lenguas modernas, incultas y barbaras por entonces, y esta fue la epoca en que decayeron las ciencias y comenzaron los siglos de la ignorancia y barbarie.  Corramos un velo sobre aquellos tiempos, oprobrio de la razon y del ingenio humano; las escuelas concentradas en el latin infeliz, solo trataban fruslerias escolasticas.  En el siglo XVII tomaron un nuevo aspecto las ciencias, pero los progresos de los conocimientos sólidos fueron inferiores á los que hicieron el eloqüencia y la poesia, cultivadas, en los dialectos vulgares ya depurados y pulidos.  La ilustracion del siglo XVII no se debio al progreso de las escuelas, sino al estudio de la naturaleza,  á la aplicacion de las matematicas á la fisica, á la perfeccion del algebra y geometria, á la invencion de las maquinas y de sus instrumentos fisicos y astronomicos, á los viages y á los establecimientos literarios, como academias, periodicos &a.  Pero los estudios de las escuelas quedaron muy atrasados entre tinieblas dialecticas hasta que cayeron en descredito con la ilustracion universal del siglo XVIII.

Este es sin duda el siglo de las luces.  En el los monumentos de las ciencias y las artes se multiplicaron de tal modo que la barbarie de los siglos futuros trabajara mucho para destruirlos enteramente.   Las ciencias llegaron á su mayor auge, acercandose á su ultima perfeccion, adquiriendo mas consistencia, mejorandose y haciendose mas utiles los conocimientos anteriores.  Un gusto mas delicado, un modo de pensar mas filosofico y mas profundo, hacen que puedan considerarse como ciencias nuevas la fisica experimental, la historia natural, la politica, la economia pública, la ciencia del comercio &a.  En fin la ilustracion y la cultura se difundieron con maravillosa celeridad por todas las naciones, dilatandose el imperio del gusto  y de la razon.  Pero ¿a que se ha debido esta revolucion en la literatura, esta universal propagacion de conocimiento? Sin duda á la feliz libertad y costumbre, que han abrazado los pueblos cultos, de escribir originalmente en las lenguas vulgares,  y traducir á ellas todas las obras de la antigüedad  y de los escritores apreciables de los tiempos modernos.  De este modo cada pueblos se ha apropiado los conocimientos de todos los siglos y de todas las naciones, que sienten y que piensan.  De este modo la Francia domina para sus luces mucho mas alla de lo que se extienden sus victorias.  Sus escritores, siempre amenos y elegantes han esparcido flores sobre los asuntos mas aridos y espinosos.  Su lengua que si ve de interprete á todas las otras, y de instrumento á todas las ideas, ennoblecida por el genio y embellecida por las gracias, se ha hecho en fin universal y dominante. á la verdad la sabiduria y literatura tubieron que vencer muchos obstaculos para extenderse, y llegar á este grado de elevacion.  Uno de estos obstaculos fue el estudiarce en latin las facultades en las escuelas.  Por eso Abril decia á Felipe II.  ,,El primer error es enseñar las ciencias en una lengua apartada del uso comun  y trato de las gentes. Por que en los tiempos antiguos no hubo nación tan barbara que tal hiziese sino que enseñaron los  caldeo en caldeo los hebreos en hebreo, y lo mismo hizieron las demas naciones, cada una en la lengua que le era natural.  ,, De aqui ha resultado mayor trabajo para los dicipulos, mandando á la memoria lo que no entienden; recitarlo sujetandose á la letra del quaderno por no saber sabrogar expresiones equivalentes; juntar al trabajo de coordinar las ideas, alguna vez han de producirse de suyo, el de una composicion penosa; añadiendose siempre al estudio cientifico, por si mismo arduo y dificil, mayores dificultades - Hay cosas de la mayor importancia, principalmente en el dia, y que se han descuidado por ser incompatibles con el metodo actual de nuestros estudios.  Por eso solimos de los colegios sin los conocimientos indispensables para el uso de la vida despues de consumir inutilmente los mejores años.  asimismo quantos sistemas hay, quantos descubrimientos y luces de los ultimos tiempos, principalmente en las ciencias naturales, que no se hallan en los libros latinos que se estudian, y si se hallan estratados de un modo obscuro, imperfecto é infeliz!, Asi dexamos de aprender lo mejor que se halla en las lenguas vulgares: y si hubiere de reducirse á tratados latinos, saldrian siempre obscuros é imperfectos, despues de un trabajo improbo.

El traductor de Jaquier es de opinion de que ademas de las ventajas que habria en las ciencias, el estudiarlas en lengua vulgar reformaba los malos estudios, que hacen malbaratar el tiempo mas florido.  Porque quantas cosas extravantes y ridiculas hay en latin con el pomposo titulo de ciencia, que si se hubieren publicado en idioma vulgar habrian sido silvadas por el pueblo, que las respeta como sublimes y misteriosas? Como es de creer que hubiesen faltado hombres, cuyo juicioso solido y claro  no conociese la inutilidad, vanidad y ridiculez de los quadernos y libros en que sus hijos malgastaban el tiempo?

A pesar de la solidez y evidencia de las razones expuestas hasta aqui, se han opuesto á la deseada reforma de obstaculos, bien dificiles de vencerse.  El primero ha sido el falso y comun concepto de que es necesario estudiar en latin para conservar el mismo latin.  Pero en latin no se conserva por su uso en las escuelas, sino que en ellas se viera, corrompe, y desfigura barbaramente.  El que quiera hablar una lengua, decir Verney, debe tratar con los hombres que la hablan bien.  Los que hoy hablan bien el latin son esos quatro libros, que nos dexo la antigüedad, y con ellos es necesario tratar tanto que aprendamos lo que se puede aprender.  La lengua latina tiene demasiadas gracias, y vivira en el mundo mientras vivan las letras.  Ademas el uso eclesiastico asegura su conservacion.  El segundo obstaculo que se ha opuesto á la reforma de los estudios es la costumbre ó como decia el apreciable D. Ramon Feliu, la adhesion tenaz á ciertas practicas, que se admiten sin examen, y se conservan por capricho.  Mas la razon reclama para que no sacrifiquemos la universal ilustracion á los usos antiguos.