N° 30. Jueves, 3 de septiembre, de 1812.

Jueves 3 de septiembre de 1812, página 4.

Los hombres se habitúan a la esclavitud Primera parte

Sin ninguna clase de titular presenta Camilo Henríquez la siguiente reflexión, la cual en su primera entrega, trata sobre la necesidad de que las personas sean libres pensadores y tengan la capacidad para reconocer el error a través de la educación; y de este modo evitar el convertirse en esclavos.

,,LA energia de la virtud republicana, y el zelo de la verdad deben crecer en proporcion del furor del crimen, y de la obstinacion del erro,, Con todo hay hombres que caen de animo al momento en que reciben alguna nueva infausta. Estos hombres no son para estos tiempos. Las revoluciones piden almas mas grandes. La constancia y la magnanimidad deben aumentarse con los infortunios, y los peligros. La libertad es la recompensa de la constancia ; la servidumbre y la eterna deshonra son el premio de la cobardia. Que hubiera sido de la causa de la libertad en Grecia, en Roma, en Holanda, en Estados Unidos si la magnanimidad hubiese cedido à las adversidades? No fuera tan respetable su aspecto en la America del Sud sin la perseverancia admirable de los Cochabambinos : ni Mexico se viera ya cubierto de gloria si hubiese ya doblado la cerviz à la espera fortuna. Buenos-Ayres en vez de desmayar con los acontecimientos adversos, consagra á la inmortalidad los nombres de sus inclitos en la piramide de la fama. Quando en los campos de Bunker-Hill fuè muerto el valeroso Warren, dixo al pueblo el orador del cuerpo legislativo:=Volved á vuestras casas à inspirar à vuestros hijos odio à la tirania. Hacedles de los crimenes de los tiranos una pintura justa y horrible : al oirla se erizen sus cabellos ; sus ojos se inflamen ; sus miradas sean amenazadoras ; solo respiren indignacion. Entonces dadles armas ; volverán vencedores, ó moriràn como Warren.,,

La obstinacion del error es grande, por que la ignorancia es inmensa. Las nociones útiles, las verdades, que por su naturaleza inflaman el corazon de los pueblos, son raras. Todo es el resultado de un sistema tan opresor como estúpido : todo es fruto de tres siglos, no se si de barbarie, de incuria, ó de una lenta tirania. Ello es cierto que baxo un gobierno absoluto poco se fatigan èn estudiar los derechos del hombre, porque de nada les sirven ; ni en reflexionar sobre la politica, por que estos pensamientos estan prohibidos à los esclavos, y solo convienen á los habitantes de los paises libres. La experiencia atesgua que las regiones sujetas á un poder arbitrario solo contienen hombres ò embrutecidos, è frivolos, igualmente incapaces de reflexion. Una total indiferencia con la patria, una incurria, una indolencia estupida, una arversion para todos los asuntos sèrios, son los efectos naturales de una administracion, que confia à favoritos despreciables los negocios de mas importancia. Los hombres se habituan à la esclavitud con admirable facilidad: llegan á estar mui contentos, y aun soberbios con sus cadenas : sus espiritus perseveran en una eterna infancia.

Que remedio pues puede oponerse al error, á la ignorancia à todas esas causas odiosas, que producen el letargo y aun la deprevacion de los cuerpos sociales? Solo hay un remedio, y es la manifestacion de la verdad, y la PROFESION PÚBLICA Y SOLEMNE DE LA OPIONION DE LA PATRIA.

En efecto, generalizando la instruccion, esparciendo los principios útiles y sólidos en toda la masa del pueblo, cultivando la razón publica, se debilitará seguramente la funesta influencia de las antiguas causas de error, y embrutecimiento. Lo que nos hace conocer la necesidad de que se embiasen por las villas y demas poblaciones misionarios patriotas encargados de iniciar à los pueblos en los principios de la revolucion, y en todo lo relativo á la gran causa de la America.

[Se continuará.]

CON SUPERIOR PERMISO,

IMPRESO EN SANTIAGO DE CHILE,

EN LA IMPRENTA DE ESTE SUPERIOR GOBIERNO,

Por los Sres. Samuél Burr Johnston, y Simón Garrison

DE LOS ESTADOS UNIDOS.