Fuente: Alumnos del colegio "Remedios de Escalada de San Martín"

José de San Martín según alumnos argentinos

Esta página fue realizada por alumnos de la escuela Número 14 de Monte Grande, llamada "Remedios de Escalada de San Martín" ubicada en Buenos Aires, Argentina.

Sus primeros años


La gloria de Yapeyú

Yapeyú fue fundada junto al río Uruguay en 1626 por el jesuita Roque Gonzalez de Santa Cruz, quien es hoy santo de la Iglesia Católica.

El pueblito de Yapeyú, cuyo nombre completo es "Nuestra Señora de los Tres Reyes Magos de Yapeyú", al momento de nacer José de San Martín, formaba parte de la provincia de Misiones. Esto debido a que allí se habían establecido durante la época de la conquista española, las misiones jesuíticas en las que los sacerdotes educaban y protegían a los indios guaraníes.

El testimonio que dan los hombres y mujeres de Yapeyú es leal y digno de fe. Dicen también que de esa tierra, de esa gente , de su rica cultura oral y musical, fue que San Martín heredó el gusto por la música y la facilidad para ejecutar la guitarra.

Allí, pues, nació José Francisco, el menor de los hijos del matrimonio de Juan de San Martín y Gregoria Matorras. Sus hermanos fueron :


Sangre guaraní

Durante toda su vida, San Martín mantuvo una relación respetuosa y manifiestamente afectuosa con los aborígenes . Apoyó la idea de Belgrano, de instalar una monarquía constitucional , una vez liberada América, presidida por un descendiente de la casa de los Incas. ¿ Quiénes tendrían mas derechos que ellos...? Quiso San Martín tener guaraníes entre sus filas, y por eso Rivadavia solicitó a los delegados en Yapeyú, Candelaria y Concepción "que reclutaran jóvenes de talla y robustez que S.E. destina al Regimiento de Granaderos a Caballo, al mando del Teniente Coronel Don José de San Martín, oriundo de aquel territorio" En mayo de 1813 llegaban, para ponerse bajo sus órdenes. Venían con sus jefes : Matías Abucú, Miguel Abiyú, Andrés Guayaré y Juan de Dios Abayá. En otro contingente, meses antes, había llegado para incorporarse Juan Bautista Cabral hombre decisivo para la vida de San Martín y la libertad de los pueblos de América.

"Avá (*)de veras de pelo duro mas correntino que el yacaré "

(*) Avá : indio

Así dice un chamamé que lo recuerda...

Algunos de los guaraníes de este grupo fueron los que lo acompañaron por mas tiempo. Un ejemplo es Miguel Chepoyá, el trompeta de órdenes, que con otros compañeros de armas y de raza, participaron en la campaña del Norte, acompañaron a San Martín en el cruce de Los Andes, pelearon en Chile y se embarcaron rumbo a Perú, donde pelearon el último encuentro con las tropas realistas en Ayacucho.

Chepoyá actuó además bajo las órdenes de Belgrano, Rondeau, Bolívar y Sucre y regresó a Buenos aires en 1826 bajo las órdenes de Félix Bogado.

Era de los últimos, de los que en 1826, liberada América de la corona española, recibieron el agasajo de Buenos Aires, y desfilaron por sus calles en un último adiós a las armas, a las medallas, a los uniformes... De allí se perdieron sus huellas en el tiempo...Una banda militar mendocina lleva su nombre, y es probable que haya seguido alentando con su corneta a las tropas que pelearon en la guerra del Brasil. A la par de este bravo guerrero, se destacaron Santiago Guaichá, Lorenzo Purey, Siyá, Pindó, Ybarapá, Mboatí, Pachoá, Periverá, Guaicurarí, Aregatí, Cumandiyú, Uré, Monduré, Uzú ...y muchos, muchos más...

Educación

José de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, antigua misión jesuita, situada en la actual provincia de Corrientes.

Fueron sus padres el capitán Juan de San Martín y Gregoria Matorras, ambos españoles. A los 8 años de edad, viajó con su familia a España.

Cursó sus estudios, como pupilo, en un colegio de Madrid y, antes de cumplir los 12 años, ingresó en las filas del ejército español.

Presenció la batalla de Melilla y tuvo su bautismo de fuego en Orán .

Los historiadores afirman que la formación que recibió José de San Martín debió ser la equivalente a un nivel primario, inclinado al dibujo y a las matemáticas.

Durante sus años como pupilo debió soportar un gran aislamiento, sin familia y con escasos recursos.

Sirvió en él durante 22 años actuando con brillo en numerosas campañas, y especialmente en la batalla de Bailén, ganada en 1808 a los franceses.

Era teniente coronel de caballería, y su carrera lo hubiese llevado sin duda a los más altos grados; pero la interrumpió al tener noticias de la Revolución de Mayo. El amor a la Patria lo decidió a pedir licencia y pasó a Inglaterra, dónde se embarcó para el Río de La Plata

En cuanto a su formación moral e intelectual se debe decir que San Martín, formado en Europa con las ideas republicanas, instó siempre a quienes lo rodeaban a acrecentar sus conocimientos, a ilustrarse. Entre sus hábitos se destacaron el gusto por el ajedrez y por los juegos de guerra , que practicaba en ocasiones , algunas noches en la tertulia familiar.

Las principales batallas


Chacabuco (12 de febrero de 1818):

El general en jefe del ejército de los Andes , con la victoria en la cabeza se dispuso al librar el combate . Al frente de las tropas ondeó el símbolo blanco y celeste que las patricias cuyanas habían trabajado con amor . El general O'Higgins arremetió impetuoso ;el general San Martín lo sostuvo con su valor sereno hasta que Soler , ya sobre el enemigo definía el triunfo. Triunfo del Ejército de Los Andes sobre los realistas que produjeron a las tropas españolas, a las órdenes de Marco del Pont,500 muertos 600 prisioneros y la pérdida de 2 cañones.


Cancha Rayada (19 de marzo de 1818):

El ejército unido bajo las órdenes de San Martín acampaba cerca de Talca , Chile cuando se supo que Osorio jefe español ,le preparaba un ataque por sorpresa en la noche. San Martín dispuso cambiar su posición de sus tropas para, a su vez , sorprender a los realistas . Cuando la maniobra no se había completado los españoles iniciaron el ataque .En la oscuridad se generó una gran confusión, ya que tanto españoles como patriotas equivocaron sus posiciones, aquellos por desconocer el traslado de tropas ordenados por San Martín, éstos por no haberlos completado . Los españoles perdieron 300 hombres, y quedaron dueños del campo; los patriotas tuvieron 120 bajas, pero perdieron el parque, fusiles y 26 cañones. La division a cargo de Las Heras emprendió una retirada ordenada sustrayéndose a la lucha. Así se pudo encolumnar y salvar sus efectivos y su parque de artillería. De inmediato San Martín decidió reorganizar sus medios en las llanuras de Maipú.


Maipú (5 de abril de 1818)

Esta batalla se desarrolló en tres etapas. Primero, San Martín decidió desplazar a las fuerzas patriotas linealmente, para atacar a los realistas alineados en la parte alta de una lomada. Formaron un triángulo para atacar con la caballería, la artillería y la caballería chilena y patriota por el sur. Osorio impulsó sus fuerzas por la derecha, pero la izquierda cedió por completo. El ejército realista debió retroceder en desorden, los granaderos persiguieron al galope a las últimas fracciones que se retiraban. El adversario dejaba en el campo de batalla 2.000 cadáveres, cerca de 2.500 prisioneros, todo su armamento y material de guerra. El general O'Higgins, herido durante la batalla, se acercó sin embargo montado en su caballo para abrazar a San Martín. Muchos han relatado esta escena con honda emoción. La victoria de Maipú pasa a la historia como una gran batalla como una maniobra extraordinaria. El parte de la victoria dice así: "Acabamos de ganar completamente la acción. Nuestra caballería los persigue hasta concluirlos. La patria es libre, abril de 1818. San Martín." El gobierno de Chile lo premia con una vajilla de plata y 6.000 pesos, pero el Libertador rechazó ambos regalos diciendo :"No estamos en tiempos para tanto lujo".

Antes del cruce de Los Andes


1816: El año de la Independencia

En enero de 1816 ya están en Tucumán algunos de los diputados de los pueblos, entre ellos Godoy Cruz. San Martín le escribe para urgir la reunión del Congreso. Así, el 19, además de participarle que un ataque de sangre lo ha debilitado y obligado a permanecer 19 días en cama, le dice: "¿Cuándo empiezan ustedes a reunirse? Por lo más sagrado, le suplico haga cuantos esfuerzos quepan en lo humano para asegurar nuestra suerte; todas las provincias están en expectación esperando las decisiones de ese congreso: él solo puede cortar las desavenencias (que según este correo) existen en las corporaciones de Buenos Aires". Más también ya piensa San Martín en las decisiones por tomarse. Lo preocupa la posible implantación de un sistema político que ponga más énfasis en las autonomías locales que en la unidad de esfuerzos para alcanzar los objetivos comunes.


La Independencia

Como a mediados de marzo ya están en Tucumán 21 diputados, se decide iniciar las deliberaciones. El Congreso se instala el 24 y con el correr de los días se incorporarán otros representantes de los pueblos, hasta sumar 33. Nunca llegarán a Tucumán los diputados por Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos y la Banda Oriental, mas estarán, sí, los altoperuanos. Mientras tanto, en Buenos Aires, al ser desconocida su autoridad por parte de las fuerzas militares, Alvarez Thomas renuncia el 16 de abril y la Junta de Observación lo reemplaza con el brigadier Antonio González Balcarce. Anoticiado de cuanto ocurre, el Congreso se decide por la designación de un Director Supremo titular, nombramiento que el 5 de mayo recae en el diputado Pueyrredón. Este, tras tomar posesión del cargo, avisa a Balcarce que deberá limitarse, en carácter de delegado, "a cumplir las resoluciones que se le comunicasen". Al recibirse en Mendoza la noticia de la elección, se la celebrará con festejos e iluminaciones. Cuanto trata el Congreso es importante, mas para San Martín un asunto es prioritario: "¡Hasta cuándo esperamos declarar nuestra Independencia!" , dice a Godoy Cruz en carta del 12 de abril. ¿ No le parece a usted -agrega- una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener el pabellón y cucarda nacional, y por último hacer la guerra al soberano de quien en el día se cree dependemos? ¿Qué nos falta más que decirlo? Por otra parte ¿qué relaciones podremos emprender cuando estamos a pupilo? Los enemigos (y con mucha razón) nos tratan de insurgentes, pues nos declaramos vasallos. Esté usted seguro que nadie nos auxiliará en tal situación, y por otra parte el sistema ganaría un cincuenta por ciento con tal paso. ¡Animo, que para los hombres de coraje se han hecho las empresas! Veamos claro, mi amigo: si no se hace, el Congreso es nulo en todas sus partes, porque reasumiendo éste la soberanía, es una usurpación que se hace al que se cree verdadero, es decir, a Fernandito." Como Godoy Cruz responde arguyendo que declaración "no es soplar y hacer botellas", San Martín le replica el 24 de mayo: "Veo lo que usted me dice sobre el punto de la independencia: no es soplar y hacer botellas; yo respondo a usted que mil veces me parece más fácil hacerla que el que haya un solo americano que haga una sola." El Congreso decide el 29 de mayo constituir una comisión para que proponga un plan de trabajo. El proyecto es aprobado en junio y en la sesión del 9 de julio se escoge como primer tema del plan a considerar enseguida el relativo a la libertad e independencia del país. San Martín recibe la gran noticia en Córdoba, donde se halla para deliberar con Pueyrredón. "Ha dado el Congreso -escribe a Godoy Cruz el 16 de julio- el golpe magistral con la declaración de la independencia; sólo habría deseado que al mismo tiempo hubiera hecho una pequeña exposición de los justos motivos que tenemos los americanos para tal proceder; esto nos conciliaría y ganaría muchos afectos en Europa". Y agrega: "La maldita suerte no ha querido el que yo me hallase en mi pueblo para el día de la celebración de la Independencia. Crea usted que hubiera echado la casa por la ventana".


El acuerdo entre San Martín y Pueyrredón

A poco de hacerse por el Congreso la designación de Director Supremo, San Martín escribe el 19 de mayo a Godoy Cruz: "Con esta remito un extraordinario para Pueyrredón: todo su objeto es tener con él una entrevista para arreglar el plan que debemos seguir: el tiempo es corto, hay mucho que hacer y las distancias son largas: en tres correos se pasa el invierno y hétele que llega el verano, nada se hace, los enemigos nos frotan, y la comedia se acabó a capazos." Por el correo extraordinario que menciona y con fecha del día anterior, expresaba San Martín a Pueyrredón: "Ni mi salud valetudinaria ni sacrificio alguno es capaz de arredrarme. Al efecto, y para concretar los planes bajo de que debe obrar simultáneamente la nación, con cuyo principal impulso serán nuestros esfuerzos tan ineficaces como parciales, pido encarecidamente a V.E. se sirva permitir me persone en esa ciudad, en cuya entrevista tendré el honor de esgrimir ante las supremas autoridades lo íntimo de mis sentimientos con la sinceridad de un patriota que lo pospone todo a la gloria de consolidar la de su país." Por este tiempo, ya para nadie es un secreto que San Martín postula una expedición para salvar a Chile; en cambio, son pocos los que tienen idea concreta de que su plan es más vasto y tiene por mira la destrucción del poderío fernandino en el Perú. Pueyrredón se toma su tiempo. A poco de elegido, se dirige a inspeccionar el Ejército del Norte . El 24 de junio analiza y aprueba una Memoria que se le ha remitido desde Buenos Aires y presentada el 20 de mayo por el oficial mayor de la Secretaría de Guerra, Tomás Guido. El documento es de una importancia extraordinaria y formidable como elemento de convicción. La Memoria de Guido muestra un profundo conocimiento de la situación política que se vive en Europa y en América, así como una precisa información respecto de las fuerzas que puede movilizar el virrey del Perú, y propone sin dudar que el objetivo por alcanzar en forma inmediata es el de la restauración del antiguo Reino de Chile. Lo sostiene con tres razones, que analiza exhaustivamente una por una: porque es el único flanco donde el enemigo se presenta más débil; porque es el camino más corto, fácil y seguro para libertar a las provincias altoperuanas; y porque la restauración de la libertad en el país chileno consolidará la emancipación de América bajo el sistema a que induzcan ulteriores acontecimientos. El 24 de junio, Pueyrredón da su aprobación a la propuesta de Guido, y días después viaja a Córdoba para encontrarse con San Martín. Conferenciaron dos días y allí se decidió iniciar los preparativos para el cruce de Los Andes. Dice Antonio J. Pérez Amuchástegui: "De aquí en adelante, San Martín no se dio descanso, ni dio descanso a Pueyrredón y a las arcas fiscales: la expedición a Chile tenía que triunfar, aunque para ello el país quedara exhausto. Pueyrredón brindó a San Martín toda su colaboración, descuidando para ello muchas veces problemas gravísimos que hacían a la tranquilidad interior y a la buena administración, y que a la larga redundarían en su perjuicio".


El campamento del Plumerillo

El Gral. San Martín instaló su campamento como a una legua al nordeste de la ciudad de Mendoza, en un lugar denominado El Plumerillo, San Martín inspeccionaba diariamente los cuarteles, donde reinaba el orden, la higiene y el cumplimiento de estrictas normas, organizó la sanidad, creando hospitales, dispensarios, juntas sanitarias, hospitales de sangres, cuerpo médico y botiquines. El Doctor Paroissiene fue su gran colaborador. Recibió ayuda del director Supremo Pueyrredón, después de la entrevista que tuvieron en Córdoba. Desde Buenos Aires llegaron soldados y oficiales, también armas, municiones, ponchos, frazadas, tiendas de campaña y charqui. El Gobernador de San Juan, Dn. Juan Ignacio de la Rosa, y el Gobernador de San Luis, Dn. Vicente Dupuy, le prestaron su apoyo y cooperación, le prestaron su apoyo y cooperacion con las milicias que disponían y donaciones.

Córdoba y La Rioja también contribuyeron a la formación del Ejército de Los Andes. Así se formó un Ejército nunca visto hasta entonces en América: 3.000 soldados de infantería, 700 granaderos a caballo, 250 artilleros y 1200 milicias auxiliares; todo preparado especialmente para operaciones de montaña. San Martíon intensificó la preparación del Ejército con la "Guerra de Zapa", entablando para ello negociaciones con los indios del sur, la guerra de zapa fue una ingeniosa estrategia del General que consistió en desorientar a los realistas haciéndoles llegar datos falsos sobre su campaña, especialmente sobre puntos por donde el Ejército cruzaría la cordillera.

Formación del ejército de Los Andes

San Martín había fijado un vasto plan de acción continental. El Perú el principal centro de resistencia realista en América del Sur. Dos caminos podían seguirse para llegar al Perú desde el Sur: el primero era el terrestre, que presentaba enormes dificultades por la distacia que exitía desde Buenos Aires. El segundo era la vía del mar, que también ofrecía grandes inconvenientes, pero San Martín juzgó que era más factible si se tomaba como base a Chile. San Martín se puso a organizar el Ejército de los Andes. Las mujeres cofeccionaron los uniformes y ofrendaron sus joyas. A esto se agregó la inestimable ayuda prestada por el director supremo Pueyrredón. San Martín instaló su campamento en El Plumerillo, donde se creó una fábrica para obtener pólvora , una fundición para las balas, cañones , talleres para montaje y reparación de armas, etc. También organizó una vasta red de espionaje en el territorio chileno y entró en secretas relaciones con muchos patriotas. San Martín hizo formar su ejército vestido de gala en la plaza mayor de Mendoza . Luego presentó la bandera argentina que acababa de hacer su esposa ,Remedios. Por la tarde , la bandera fue jurada por las tropas en el campamento de El Plumerillo.


Antes de la partida:

Era necesario dar al Ejército una Bandera. Un grupo de damas confeccionó la misma, dirigidas en tan honrosa tarea por la esposa del General San Martín, Doña Remedios de Escalada de San Martín.

La Bandera de Los Andes:

Está formada por dos franjas: una blanca ligada al asta y otra azul en el extremo. En el centro tiene el escudo de armas, bordado con primor, con sedas de colores. El óvalo encierra dos manos unidas que alzan la pica con el gorro de la libertad sobre los cerros andinos, en la parte superior est coronado por el sol naciente. Rodean al óvalo dos ramas, una laurel y la otra olivo, unidas por una cinta. Esta bandera, que acompañó al Ejército en su brillante campaña en Chile, hoy se guarda como reliquia en la Sala de la Bandera, en la Casa de Gobierno de la Provincia de Mendoza.

Concluída la difícil y costosa tarea de organizar el Ejército, San Martín reunió a sus jefes y oficiales y los consultó sobre a quién designar Patrona del Ejército. La opinión fue unánime: Nuestra Señora del Carmen. El 5 de enero de 1817, el Ejército uniformado, rodeado por el gran despliegue festivo preparado en la ciudad por el pueblo, se presentó frente al Convento de San Francisco, de donde saldría su Patrona, la Virgen. En la Iglesia Matriz estaba, doblada sobre una bandeja de plata, la Bandera. Allí sería bendecida y luego jurada. En un momento de la ceremonia, el General San Martín dejó su puesto de honor y la puso en manos del sacerdote, quien la bendijo a la vez que bendecía el bastón de Mando. Luego, el mismo General ató la Bandera al asta.

San Martín se aproximó a la Virgen del Carmen y depositó en su mano derecha su Bastón de Mando, Unidos en una voz, pueblo y Ejército prorrumpieron en vivas a la Patria, mientras cruzaba el aire el estruendo de 25 salvas de artillería y el tañir de las campanas de bronce de las iglesias, preambulando la victoria y la gloria de la gigantesca campaña. El Ejército portando su estandarte, egresó al campamento. Ya en el Plumerillo, frente a la tropa formada, San Marín hizo jurar la Bandera a sus oficiales y soldados, después del él:

"Juro por mi honor y por la Patria, defender y sostener con mi espada y con mi sangre, la Bandera que desde hoy cubre las armas del Ejército de los Andes".

Pocos días después, el 17 de enero el Ejército iniciaba su marcha rumbo a la cordillera.


El cruce de la Cordillera:

Al partir el Ejército de los Andes, contaba con más de 10.000 mulas de silla y carga, 1.600 caballos de pelea para montar en el llano y 600 reses en pie para ser faenadas en el camino, San Martín y los 5.200 hombres que lo acompañaban, montaba mulas. Otra mulas iban cargadas con la munición de guerra. Los cañones, desarmados, eran trasnportados en carretillas especiales.

Para realizar el cruce de los andes San Martín llevaba instrumentos de medición, con los que calculaba con precisión tiempos y distancias, y llevaba un registro riguroso de todo cuanto se hacía durante cada día.

(www.hweb.me.gov.ar/proy/sanmartin)

Las mulas llevaban también las provisiones necesarias para alimentar sobriamente a 5.200 hombres durante la travesía, calculada en dos semanas: harian de maíz tostado, charqui, galletas, queso, ají molido, vino y aguardiente. Transportaban además, forraje para los animales, leña para encender el fuego, botiquines de primeros auxilios además de cebolla y ajo para combatir el apunamiento. Para realizar la titánica empresa de cruzar la cordillera de los Andes, San Martín dividió a su Ejército en varias columnas , con sus respectivos jefes; San Martín, O Higgins y Soler cruzaron por Los Patos; Las Heras por Uspallata; José León Lemos por Portillo; Ramón Freire por Planchón; Juan Cabot por Guana (San Juan) y Francisco Zelada por Comecaballos (La Rioja). Así emprendió la marcha el Ejército de los Andes. Tantos esfuerzos y sacrificios tendrían su recompensa: con la victorias de Chacabuco y Maipú, aseguró la independencia de Chile y más tarde, San Martín proclamó la independencia del Perú. San Martín de regreso de Guayaquil, entró en la ciudad de Mendoza, el 3 de febrero de 1823. El capitán Manuel de Olazabal, ex-cadete de granadero y ahijado del General, se adelantó para darle la bienvenida. El hecho se produjo en el Portillo.

En el sitio desarrollado por los alumnos, hay mayor información sobre José de San Martín.