Sobre la vida del clérigo

Carta enviada por la orden de los Padres Camilos

En la sección referencias críticas de la Biblioteca Nacional, se encuentra el archivo de Raúl Silva. Dentro de la vasta documentación y recortes de prensa recopilados por el destacado periodista, figura una carta en la cual el archivero de la congregación de los Padres Camilos, da la visión de la orden sobre la vida y obra de Camilo Henríquez.

Lima, 26 de marzo de 1965

Rdo. Sr. D. Manuel Antonio Villaseca

Santiago

Reverendo Señor: Ayer me entregaron su carta y hoy le contesto. No podía ser antes. Con todo gusto le envió los apuntes que poseo del famoso religioso camilo P. Camilo Henríquez. Se los envío tal cual y como los tengo; puede ser que haya alguna equivocación con relación a su actuación en Chile. Aquí en este Convento de la Buenamuerte fue el P. Henríquez compañero de estudios de varios religiosos sabios y famosos como el P. Gaspar Hernández, que lucho por la independencia de la República Dominicana y escritor; del sabio P. Francisco Romero y del mártir del siglo sacramental P. Pedro Malieluz. Todos religiosos camilos.

Nuestra Orden le tiene por uno de sus hijos más esclarecidos aunque no siempre ha sido bien comprendido. Con mucho gusto aceptaremos todo cuanto nos envíe relativo al P. Camilo y se lo agradecemos desde ahora. Gracias.

Que Dios le bendiga para atine a engrandecer la persona y obra de tan esclarecido religioso.

Attnte.

P. Luis Antonio Martínez de Morentin

Archivero

No sé si le servirán para algo estos apuntes; pero se los envío con todo gusto y afecto.

Nació en Valdivia (Chile) el año 1770 y, fue bautizado en el mes de julio. El libro de bautismos, donde estaba asentada su partida, desapareció al incendiarse la Iglesia, Fueron sus padres Félix Henríquez y Rosa González. Sus abuelos paternos Pedro Henríquez, Capitán español, y Narcisa Santillán; y los maternos Rafael González y Margarita de Castro. Fue su primer maestro D. José Ignacio de la Rocha presbítero. A los 10 años ayudaba a misa y entendía latín. Su hermano José Manuel pereció en 1814 en la batalla dé Rancagua y su hermana Melchora casó con Diego Pérez de Arce (familia argentina conocida). Estudió en el Colegio Carolíno de Santiago. Fue admitido al noviciado en el Convento de la Buena muerte de Lima el 17 de enero de 1787 favorecido por todos los votos de los Padres Capitulares. En este Capitulo Intervinieron entre otros los PP. Francisco Antonio González, famoso botánico, moralista e historiador y el famoso chileno Ignacio Pinuer, teólogo, cuyos manuscritos se han perdido desgraciadamente. El Capítulo con relación a emitir los votos religiosos se realizó el 13 de enero de 1790 y fue aprobado unánimemente. Emitió la Profesión religiosa en la Iglesia de la Buena muerte el 28 de enero de 1790 en manos del P. Prefecto Manuel de Castro en presencia de toda la comunidad. Completó sus estudios en nuestro Colegio de Lima "sin duda uno de los mejores de la metrópoli, si hemos de juzgar por sus programas y por su Rector y principal profesor, el P. Isidoro de Celis", más tarde Obispo de Segovia, en Espaila. Camilo Henríquez "tenía una distinguida capacidad y no cedía a persona alguna en su contracción al estudio. Hizo extraordinarios progresos y adquirió crédito y estimación por su saber, habiendo dado preferencia a las investigaciones políticas, al examen de autores modernos y al cultivo de las ideas liberales". Lo que le mereció que, de mediados de 1809 a enero de 1810, estuviese preso en la Inquisición de Lima. Sus estudios preferidos fueron la filosofía (de la cual era Lector), el latin, las ciencias matemáticas y físicas; cursó asimismo con gran aprovechamiento la teología y la historia. En enero de 1796 se ordenó de sacerdote. Dedicóse a la asistencia de los moribundos en los hospitales y casas particulares, conforme a sus votos religiosos.

El 14 de junio de 1807 el Arzobispo de Lima, Bartolomé María de las Heras daba buenos Informes sobre la vida y costumbres de los padres Gerardo Moreira, Camilo Henríquez, José Romero y Tomás Ahumada, destinados para fundar una casa en la ciudad de Quito, según la Real Cédula de 9 do agosto de 1806. Poco después zarparon del puerto del Callao. Con fecha de 19 de mayo de 1808 el Presidente Interino de Quito, D. Diego Antonio Nieto, escribía al Superior de aquella casa, P. Gerardo Moreira: "...en obsequio a la verdad, debo decir a V, R. que me consta el esmero, celo y exactitud con que han procurado llenar todas las obligaciones de su Sagrado Instituto en la asistencia puntual de los enfermos que los han necesitado; y desde su arribo a esta ciudad, he oído con mucha satisfacción los elogios que justamente se dispensan tanto a V. R. como a los Padres Camilo Henríquez y Tomás Ahumada por los efectos de su caridad que han recibido muchos de sus vecinos, nobles y plebeyos, sin acepción de personas..."

Parece que el 13 de octubre de 1810 se embarcó en Guayaquil con destino a su patria, gozando de unas merecidas vacaciones. En Chile intervino en casi todos los acontecimientos políticos de su tiempo. En las refriegas asistía a los heridos y él mismo fue quien confesó antes de ser pasado por las armas, al Comandante español don Tomas de Figueroa. Desempeño importantes cargos en Chile. Siendo Diputado por Valdivia, consiguió importantes mejoras en los hospitales, en los hospicios y en las cárceles. Emigrando a Argentina, se doctoró en Medicina.

En abril de 1823 apareció una plaga de erisipela en Santiago; el P. Henríquez, fiel a su voto de asistir a los apestados y enfermos, pidió que volviera a actuar de inmediato la Junta de Sanidad, creada por O"Higgins, logrando que el Director Supremo, don Ramón Freire expidiera un decreto el 27 de mayo, ordenando que funcionara nuevamente.

Trabajo denodadamente por elevar el nivel cultural de Chile. Presentó al Cabildo un plan de enseñanza para el pueblo en el que incluía clases de gramática castellana, literatura, matemáticas, ciencias sociales y economía popular. Con su entusiasmo fundó el Instituto Nacional. Otro de sus anhelos, que logró ver coronado por el éxito, fue la creación de la Biblioteca Nacional, fundada el 22 de julio de 1823, siendo nombrado primer Bibliotecario. Fue varías veces Diputado y Secretario del Senado. En noviembre de 1824 fue nombrado Oficial Mayor en el Departamento de Relaciones Exteriores.

A él se debe el primer diario chileno ''Aurora de Chile", Cuyo primer numero apareció el 13 de febrero de 1812. Al año siguiente funda "El Monitor Araucano" usando los seudónimos de Quirino Lamáchez y Patricio Leal. Hablaba correctamente el francés; y para mejor servir al periodismo, en poco más de un mes, aprendió el inglés. Asimismo fundó "El Mercurio" de Chile en 1822 y al año siguiente "El Nuevo Corresponsal". En la capital argentina fue redactor de la " Gaceta" y de "El Censor" y del Diario de la Convención de Chile en 1822. Se distinguió como escritor.

En la Colistítución promulgada en 27 de octubre de 1812 tuvo una parte muy considerable en su redacción. Escribió el ''Catecismo de los Patriotas", que comenzó a publicar en el "Monitor Araucano" el 27 de noviembre de 1813. También perteneció, nombrado por el Senado, a la comisión que redactó el "Reglamento Provisional" sancionado el 17 de marzo de 1814 y que reemplazó a la Constitución provisional del 27 de octubre de 1812. En julio de 1817 funda en Buenos Aires una Sociedad que se bautizó con el nombre de "El buen gusto del teatro", representando dos dramas suyos: "Camila o la patriota de Sud América" y "La Inocencia en el Asilo de las Virtudes". A raíz de la derrota de los americanos en Rancagua (1814), emigró a Buenos Aires; poco antes había escrito otro drama titulado "La Procesión de los tontos".En Buenos Aires publicó un "Ensayo acerca de las causas de los sucesos desastrosos de Chile", y la traducción de un folleto de Bisset "Bosquejo de la Democracia".

Era universalmente conocido por el FRAILE DE LA BUENA MUERTE; y solamente dejó el hábito mientras fue capellán del ejército. Por todo lo dicho la Orden de San Camilo de Lelis o Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos lo tienen por una de sus más puras y legitimas glorias.

Falleció el 16 de marzo de 1825, besando el habito de su fundador San Camilo.

La ciudad de Santiago levantó en el paseo público de las Delicias un monumento en 1873.

Fuentes consultadas